Primera edición 1983, reimpresión de 1985. N.115. Biblioteca de
Julio Cortázar.
Ni idea si será verdad, o si estará quizás en alguno de sus
relatos, pero alguien me contó que una vez a Cortázar le preguntaron si había leído
El Capital y él respondió que no, pero que había visto la película. Lo mismo
puede decirse de los de mi generación con Rayuela, casi todos vimos la
película. No así con este librito que sí que leyó casi todo el mundo. Por dos
razones, es corto y divertido. De hecho entre los panas llevar a todos lados
esta edición clavada en el sobaco era distintivo de ser extremadamente cool. La última
foto es para que vean que me costó tan sólo un eurito en una librería de viejo.